○Uso Limitado del Concreto [1]

    En sociedades monetarias de todo el mundo, las carreteras suelen estar pavimentadas con asfalto o concreto. Algunas áreas buscan mejorar estéticamente utilizando calles empedradas, donde también se podría utilizar concreto. Además, el concreto se utiliza en las paredes de túneles y metros subterráneos.



   El asfalto, derivado del petróleo crudo, emite dióxido de carbono durante su proceso de fabricación. En lo que respecta al concreto, el material de cemento que solidifica sustancias como el suelo contiene piedra caliza. Cuando se quema a temperaturas superiores a 900°C, se transforma en cal viva, liberando dióxido de carbono. Para este proceso de quema se utilizan combustibles fósiles como el petróleo o el carbón, lo que resulta en una doble emisión de dióxido de carbono. Algunas estadísticas sugieren que las emisiones de dióxido de carbono de la producción de cemento constituyen el 8% a nivel mundial y el 4% en Japón.


   Las razones para el uso de concreto incluyen la necesidad de resistencia en las carreteras para soportar vehículos pesados y reducir el consumo de energía del lado del vehículo al permitir un viaje más suave. De manera similar, para estructuras grandes como edificios o apartamentos, se requiere resistencia y el concreto se ha vuelto asequible y accesible.


   El concreto se utiliza extensamente en varios entornos cotidianos, lo que ha llevado a una disminución de arena y grava adecuadas a nivel mundial. Las naciones están involucradas en conflictos por la arena, lo que lleva a restricciones en la extracción de arena. Si bien la piedra caliza, un componente clave del cemento, se considera abundante, también es un recurso finito y podría agotarse con un uso excesivo.


   La causa raíz de este exceso radica en la búsqueda de beneficios, un motivo compartido por países, corporaciones e individuos por igual. El concreto se ha vuelto indispensable, pero su uso debe ser moderado para reducir las emisiones de dióxido de carbono y abordar el cambio climático. Por lo tanto, es crucial limitar dónde se utiliza el concreto en la vida diaria y reducir su consumo general.


   Por ejemplo, en Pueblo Prout, no se construyen edificios como rascacielos o apartamentos hechos completamente de concreto, lo que reduce significativamente el uso de este material. Los cimientos de las casas priorizan la construcción de piedra, minimizando el uso de concreto. Los pilares se elaboran con bambú o madera, mientras que las paredes se hacen con paja o ladrillos de micelio, eliminando la necesidad de concreto.


   Los medios de transporte de los residentes dentro de la comunidad implican viajar a velocidades de hasta 20 km/h en automóviles, y para viajes de mediana a larga distancia entre comunidades, se utilizan trenes. En consecuencia, se elimina la necesidad de autopistas construidas con concreto.


   Sin embargo, el concreto sigue siendo necesario para las vías férreas y estructuras que requieren resistencia, como túneles o puentes. Dentro de la comunidad, las carreteras se construyen con concreto mínimamente y se priorizan los adoquines, reduciendo el uso de concreto. Este enfoque no solo reduce el uso de concreto, sino que también mejora la estética de la comunidad. Cualquier uso restante de concreto se dirigiría hacia terraplenes o posiblemente represas, si es necesario.


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